De bar en peor.♥: Desde el primer momento en el que nuestras miradas se cruzaron.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Desde el primer momento en el que nuestras miradas se cruzaron.

A veces necesitamos volver la cabeza en el tiempo porque no podemos seguir sin esa persona tan especial, no podemos, o quiza no queremos, sea cual sea el motivo y sea cual sea el porque, sabemos que no debemos dejar un mundo lleno de recuerdos y pasar página, porque en realidad, aunque fuera la acción más madura, no queremos hacerlo.
Sienta bien pensar en el pasado.

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Así somos.

Las chicas no somos como todos pensáis, somos fuertes, la mayoría de las veces que nos veis sonreir es mentira, conseguimos tapar una lágrima con una sonrisa, normalmente tenemos los problemas más grandes que te puedes imaginar, pero aun así siempre estamos ahí por si alguien nos necesita, y dejamos de lado nuestros problemas, a menudo nos verás tardar más de una hora en prepararnos para vosotros, porque pensamos que solo os preocupa la parte superficial, criticamos más de lo que deberíamos, en especial a chicos... nosotras no nos fijamos únicamente en lo guapos que sois ni en lo buenos que estáis, fíjate como somos que vemos más allá de una cara bonita y un buen culo, podemos llegar con nuestra increible vista a lo que de verdad importa, el corazón.

Verano adolescente.

Hace calor, el sol aprieta y el verano camina deprisa. Los amigos se despiden y se citan para encuentros que nunca llegarán, son promesas que luego no tendrán ocasión de cumplirse. Parejas que se toman un tiempo, sonrisas que tropiezan con otras sonrisas y que, tal y como aparecen, desaparecerán, amores y engaños.

Verano adolescente. "¿lo era?, no lo se y no me siento muy bien por haber guardado silencio. Pero esa fue mi decisión. Aquel, ¿sabes que te quiero?, será lo último en lo que culminara esa noche.

Él, único.

Él. Que palabra tan insignificante. Dos letras. Un acento si me apuras, poco más.
Pero lo grande que puede llegar a ser, eso, ¿Quién me lo explica?
Puede que sea bobo, puede que sea un niñato, puede ser increiblemente mono a veces, pero le quiero. A él, y solo a él. Quisiera que se diera cuenta de todas las veces que está en mi cabeza, recorriendo poco a poco mi espina dorsal, haciéndome estremecerme solo de verle. Pero a la vez, algo me obliga a mantenerme en silencio. Por si acaso, pienso.
¿Por si acaso qué? Por si él no siente lo mismo.
Y por otra parte, necesito saber que pasaría si se lo dijese, la cara que pondría, todo lo que se le pasaría por la cabeza.
Y a este lío, a este comedero de cabeza mental, la gente le llama amor. Sí, amor.

¿Sabes qué? Vuelvo a ser feliz.

Me gustan las noches que hace calor, me gusta la luna llena, me gusta hacerme un millon de fotos sola, o acompañada, me gusta ir de viaje, a cualquier lugar, me gusta perderme, me gusta llorar de la risa, me gusta hablar por telefono horas y horas, me gusta ir de compras y gastarme todo el dinero que pueda en lo que me gusta, me gusta la musica, me gusta que me traten como a una princesa, me gusta que me despierten con un beso en la mejilla y un: buenos dias princesa, me gusta ver el vaso medio lleno y me gusta pensar que es mejor reir que llorar.

Cambiar, para bien es difícil, pero para mal es demasiado fácil, la tentación que nos produce la fruta prohibida, que desgraciadamente te saca del paraíso, pero en el infierno tampoco se estará tan mal. No me e convertido en nada, ni me voy a convertir en nada, solo que no me apetece seguir siendo la de siempre, no, porque eso no me a llevado a nada, haber cambiado tampoco me va a llevar mucho más allá, pero por lo menos ahora voy a vivir la vida, no voy a quedarme sentada viendo como la viven los demás.

Y cuando te paras a pensar te das cuenta de que: ni la vida gira en torno a ti ni el destino te traiciona.

YO ELEGÍ QUE FUERAS MI VIDA SIEMPRE

Yo elegí quererte y todas las consecuencias que tenía, elegí que tú fueses la persona que llenase mis días de sonrisas, elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz cuando me susurrabas al oído. Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras. Elegí que no quería otros abrazos, ni otras manos en mi pelo. Elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes, elegí que tú fueras mi locura. Elegí tus miradas, elegí temblar al verte, elegí hacerme adicta a ti, a tus manías y a tu manera de hacer las cosas. Elegí dártelo todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de mí, elegí ser fuerte y luchar por un solo motivo; tú. Elegí que tú fueses mi vida, para siempre.

¿Que harías si tuvieras todo el tiempo y no importara para nada si es verano o es invierno?

Y él hablaba. Y hablaba, y me contaba sus exámenes, sus fiestas, de sus amigos. Me contaba de aquel viaje al que fue el verano pasado. De aquella chica, "¿Te acuerdas?" decía.
De aquel amigo del que nunca se volvió a saber nada, de ese regalo que no sabe si comprar. De una carta extraviada, de una película de los años 20. Me contaba sus problemas, y yo solo sabía mirarle a los ojos. A los ojos y a esos labios que tenía, así que no pude resistir el impulso y le interrumpí.
-Perdona.-Dije, seguidamente.
+¿Por qué?
-Perdona, pero es que te quiero.

En la vida hay personas que entran y salen sin parar, pero solo los amigos de verdad permancen a tu lado pase lo que pase, son los que dejan huella en tu corazon, los que no te sueltan de la mano llueva, nieve o tiemble medio mundo. Tu eres una de esas personas. De esas que por muchos errores que cometa, por muchas trastadas que te haga, por muchos defectos que tenga no te apartas de mi lado, siempre estas ahí. Gracias.

Cuando el verano se va, se lleva todos los recuerdos con el.

Miras para atrás y revives toda esa felicidad contenida en tus recuerdos, y casi te parece tocarla, volverla a sentir. Recuerdas todas esas noches mirando las estrellas, las sonrisas que no pedías, los abrazos inesperados, las ganas de amar, de sentirse libres, el verano que parecía no acabar. Pero que terminó, y que se llevó absolutamente todo. Y esa felicidad se aleja de ti de repente, y vuelves a la realidad, y ves que ahora que todo eso te falta no eres nada. Te sientes sin ningún valor, te sientes como abandonada en tu propia vida. Y miras su vida desde lejos, desde la pantalla de un ordenador, y a él le va bien, él ha seguido para alante, no le ha importado nada. Ni se acuerda de ti. Y te odias a ti misma por no saber hacer lo mismo, por no haber podido mirar hacia otro lado, tirar todos vuestros putos recuerdos a la basura y seguir decidida a buscar otra cosa. Y vuelves a mirar para atrás, ahí está todo, ordenado por sentimientos, miras para alante y ves que no hay nada. ¿Por qué te plantas así al futuro? Y se da cuenta. No se va a seguir odiando, no lo va a necesitar. Mira para atrás por última vez, y se despide de sus recuerdos.. Para siempre.